Ana Cardona Patau

Hay veces en la vida en que se puede necesitar la ayuda de un profesional para poder seguir adelante. Es normal, y pedir ayuda es el primer paso para mejorar.

La vida no siempre es como nos gustaría que fuese, y sufrimos reveses. Otras veces es la ansiedad la que nos pasa la cuenta,  o la tristeza, el cómo nos vemos y actuamos…  A veces no sabemos cómo salir de ciertas situaciones, o cómo hacer que nuestra cabeza vaya al unísono con nuestras emociones y nuestra conducta…

Un proceso de psicoterapia comienza con una evaluación,  para poder entender bien todas las variables que están influyendo en la situación actual de malestar. La terapia breve, en este sentido, ofrece unas cinco sesiones de evaluación, seguidas de una terapia que tiene un inicio, y un final.

Con la evaluación se pretende encontrar los conflictos en los que se está asentando la vivencia que dispara ese malestar, la conducta impulsiva, el bloqueo, el síntoma psicosomático, en definitiva: El síntoma de que algo no va bien.

Una vez identificado el núcleo de la génesis del conflicto, se realiza una terapia focalizada, en la que por supuesto prima la escucha, la empatía y aceptación de cada paciente, pero en la que se utilizan técnicas específicas para cada caso, como es EMDR, para conseguir dar los pasos necesarios.